jueves, 27 de mayo de 2010

Una buena excusa.

Es una buena Excusa
pero tu ataúd aun no está cerrado.
Podés venir ahora
y empezar a verme bailar.

Tus manos se transformaron en arboles
mis piernas están congeladas
tus ojos miran mas de lo que puedo ver
y entonces no me dejas cantar.

Bueno, mi pequeño muerto viviente,
es tiempo de volver...
de volver a tu caja grandecita
y cuando hayas llegado
Te pido que me digas cómo es la oscuridad.

Sólo eso pido que me cuentes.

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