Me satisface oir el silencio,
penetrarlo en la oscuridad.
Romperlo como al mercurio.
Degradado,
vencido a mis pies.
El estruendo surge de mi
la garganta deshace sus nudos;
y el tiempo se fuga de mi muñeca izquierda.
Una habitación en blanco,
una mente en negro
y unos ojos en gris nocturno.
Mil ventanas destruidas
mil bombardeos sentimentales
mil gemidos de placer occidental.
Y aun así
amo;
excito;
adoro (como deidad);
totemizo
y satisfago
mi propio
silencio... (silencio)
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