jueves, 21 de octubre de 2010

¡Rompan filas!

Veo la nuca de quien mira otra espalda,
y siento clavada en mi
la presión de esos ojos
plagados de una bondad propia de mi pasado
pero que bajo la luz de este día
me resulta tan extranjera.

Deseo ser expulsado de la hilera,
generar el caos,
el big bang de mi existencia.
Deseo con desesperación
el estallido de mi nuevo orden.

La gente me mira extrañada
me aconseja obviedades
que no logro vislumbrar
inmerso en el polvo
de mi implosión interna.

En este nuevo guion
no hay buenos ni malos
nadie me coloca en ningún lugar.
desde mi voluntad
voy llenando el camino
de festejos y frustraciones.

Ansiedad:
el deseo de supurar de inmediato
enquista aun mas la cuestión.

Entonces pienso:
"El secreto para combatir la tensión
no es estar laxo.
es mucho mas sencillo:
se trata de estar atento."

Mientras tanto, sigo ubicado
en algún lugar de la hilera
donde sólo se ve la nuca
de quien está delante
y que en un juego perverso
(en el que tambíen estoy incluido),
en contadas ocasiones
voltea para guiñarnos un ojo.
Nos regala la esperanza suficiente
como para sentir la angustiante desesperación
de volver a ver
la nuca sepulcral de su indiferencia.

Señoras y señores:

¡Rompan filas!