Castigando sus reservas
la misma señal
me llama a danzar sobre tu lecho.
Perdiendo la coherencia
tus piernas me ahogan, me anudan,
heciéndome disfrutar
el dulce sabor.
Declarándome poesía
tu labios juegan
y mojan mi gusto,
mi tacto,
y mi crear.
Fluyendo por el placer,
tu sangre me huele bien
y satisface fielmente
mis ideas pendulares
Latiendo a gran velocidad,
el motor de tu sentir
se escucha ya mas tranquilo,
no muerto,
esperando.
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