Lamento haberte herido,
lamento haber teñido
las alas de tu alma
del color de la lujuria.
Las sustancias ajenas
dominan mis ideas,
dan órdenes de amarte,
de herirte, de gritar.
Mas allá del sueño
la dorada esfinge
pretende alejarme
(Excusas de guerra)
No hay comentarios:
Publicar un comentario