viernes, 5 de noviembre de 2010

Maremagnum: desterrado.

Desterrado de mí
sin comprender.
La razón me abandona
y me deja a la deriva,
sobre la corriente de un mar extraño
que arremete con sus olas de sunami infernal.

Me veo expuesto
torturado por mis dudas
por mis azotes autoinflingidos.

La sal seca mi piel
perfora mis heridas
y decido continuar
en el regodeo del naufragio.

Cierro los ojos para no ver,
y veo cosas que imagino...
y las ideas resultan ser
mas cruentas que la realidad.

Me desguaso por dentro,
como si mi pecho fuese la proa
de una embarcación vikinga
en la quimerica lucha por dominar
el territorio de Neptuno.

No entiendo el porqué de las cosas,
ni de mis elecciones
ni de mi autoflagelación.

No puedo borrar de mi
esta sensación de tormenta,
este juego de poder
donde soy la nada en una ilusión
que yo mismo cree.

Mi cabeza estalla,
mi pecho estalla
la miseria se apodera de mi:
juego a salir a flote;
y en cada uno de estos
fingidos salvatajes
respiro para seguir adelante
en mi infernal travesía.

Un océano demasiado complejo:
Invención de mi.
llegué demasiado lejos
ya no hago pie.
un lastre me arrastra
al silencio de la profundidad.
donde ni siquiera logro escuchar mi voz.

¿Cuando carajo podré gritar:
"¡Tierra!"?

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